Una parte importante de los diputados representa a los ciudadanos de los distritos que votaron directamente por ellos. En la elección gana el candidato que logre reunir más votos a su favor. Si todos los diputados se seleccionaran de esta manera, cabría el riesgo de que sólo los principales partidos políticos tuvieran espacio en el poder legislativo. La representación proporcional evita que eso ocurra. De acuerdo con el número de votos que obtenga cada uno de los partidos que participan en las elecciones se otorgan determinados escaños o diputaciones a cada uno. Aunque se presente el caso de un partido pequeño que participe en las elecciones pero ninguno de sus candidatos triunfe, de todas formas estará representado por algunos diputados en el Congreso de la Unión. Cada uno hará escuchar su voz y tomará parte en las votaciones de las leyes. A veces sus debates son tan encendidos que llegan a los golpes. ¿Es válido eso en una democracia?
lunes, 30 de marzo de 2009
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