viernes, 15 de mayo de 2009

Repúblicas bananeras



Con este nombre se llama a los países de América Latina caracterizados por la inestabilidad de sus sistemas políticos, la corrupción de sus gobernantes, la complicidad de empresarios y funcionarios y los frecuentes golpes de estado. Aunque esta categoría estaba más vigente en la década de los setenta, cuando las situaciones de ese tipo eran frecuentes, la idea ha salido de nuevo a relucir con los recientes acontecimientos ocurridos en Guatemala.
El presidente Álvaro Colom, su esposa Sandra y su secretario particular Gustavo Alejos han sido acusados del asesinato del abogado Rodrigo Rosenberg, quien disponía de información sobre la presunta responsabilidad de tales funcionarios en el homicidio del empresario Khlail Mussa y su hija Marjorie por haberse negado a participar en sus negocios ilegales. La revelación de un video en el que Rosenberg culpa a los Colom de cualquier cosa que pueda ocurrirle y revela sus vínculos con el narcotráfico encendió una ola de protestas en Guatemala que exigen la renuncia de Colom. Éste sin embargo, ha dicho que sólo muerto dejará el poder. En el desenlace de ese delicado asunto se pondrá a prueba la solidez de las instituciones y la fuerza de la sociedad civil guatemalteca para resolver esta crisis política.
En diferentes momentos de su historia reciente México estuvo a punto de convertirse en una república bananera. Por ejemplo, durante el sexenio de José López Portillo (1976-1982), cuando la crisis económica y el nepotismo pusieron la estabilidad del país en peligro. Ese peligro sigue latente a causa del avance del narcotráfico y la complicidad de las autoridades judiciales con el crimen organizado. Sin embargo, hoy los mexicanos estamos preparados para impedirlo a través de la participación y el fortalecimiento de la democracia, tarea que hoy está en manos de los jóvenes. Si se mantienen apáticos, pueden quedar a merced de crisis de este tipo. Si participan y se informan están evitando que México corra un riesgo de ese tipo. ¿Te atreves a mantener los brazos cruzados?



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