Al menos un gran sector del PRI ya se dio cuenta de que, si quiere conquistar la presidencia en las elecciones del 2009, tendrá que apoyar desde ahora a su candidato más prometedor, Enrique Peña Nieto. El 18 de septiembre pasado, durante el desarrollo de la 88 Sesión Extraordinaria del Consejo Político Estatal, Ricardo Aguilar Castillo, dirigente del PRI en el Estado de México, aseveró que la unidad estatal es también la unidad del partido, y que su único líder es el gobernador Peña Nieto. Este acto de reverencia y solidaridad con el mandatario nos hace pensar en los antiguos tiempos de la presidencia imperial, como la llamó el historiador Enrique Krauze. Sin embargo, al menos del palabra, el PRI aprendió la lección que significó estar exiliado del poder. En la misma ocasión, Aguilar Castillo señaló que los diversos candidatos triunfadores en las recientes elecciones intermedias tienen empeñada su palabra: "Quienes votaron por el PRI no nos dieron un cheque en blanco; ahora tenemos el compromiso de dar resultados; de hacer que la palabra escrita y suscrita en campaña, se vuelva realidad en programas, en obras públicas y en leyes que beneficien a los mexiquenses". Sin duda todos priistas involucrados en el proceso electoral 2012 que ya está comenzando deben entender que recuperar la credibilidad del pueblo es un proceso más difícil y desafiante que ganar las elecciones. ¿Lograrán los mosqueteros priistas sumar sus voluntades y ser "todos para uno"?
jueves, 24 de septiembre de 2009
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Estoy totalmente de acuerdo con esta nota. El partido revolucionario institucional hoy tiene un gran compromiso con la población mexicana despues de que se les brindo el triunfo en las elecciones pasadas en la mayoría de sus estados. Es hora de avanzar, de retomar lo perdido, dejar a un lado a los dinosaurios que en esta ocasión no tienen probabilidad de llegar a la presidencia, mientras que Peña Nieto, el gallo, como sangre nueva, un tipo jóven, puede llegar a apantallarnos en su forma de gobierno. Suerte a todos los mexicanos. Priistas, de hoy en adelante estamos en sus manos.
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