La demagogia política consiste en hacer promesas inalcanzables para ganarse el favor de los electores y se considera una degeneración de la democracia. Independientemente de tus preferencias políticas, por método, descarta a quienes sólo hablan por hablar y ofrecen alcanzar objetivos absurdos sin “aterrizar” la forma en que van a cumplirlos. Prefiere a aquellos candidatos que hagan promesas realistas y que construyan un sistema para registrarlas y verificar que se están cumpliendo. Se esté de acuerdo o no con la ideología del PRI, la idea de Peña Nieto que están siguiendo los actuales candidatos es atractiva. Pero no hay que vivirla de una manera pasiva: hay que pedir a los candidatos promesas realizables y, si ganan, mantenerlos bien vigilados para que no nos hagan tontos. Es como cuando compras algo: exige todos los beneficios que te prometieron.
lunes, 15 de junio de 2009
No compres demagogia
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