Ha empezado la cuenta regresiva para la jornada electoral del día 5 de julio. Los últimos días de las campañas (que, por ley, se suspenden a partir de hoy) estuvieron marcados por la acelerada firma de compromisos ante notario y la inquietud generalizada en relación con el abstencionismo. Muchos ciudadanos piensan anular su voto. Entre todos los problemas que conlleva esa acción destaca el desperdicio de recursos. Si anulamos nuestro voto o no acudimos a las urnas estaremos desaprovechando el presupuesto asignado para la organización de las elecciones. ¡Y no es poco! Una nota publicada por el periódico Milenio a fines de junio lo calculó en doce mil millones de pesos. Eso, sin contar los montos gastados por los partidos políticos en sus respectivas campañas. La democracia tiene muchos costos, y el económico no es el menor. Pensando en ello, el próximo 5 de julio todos debemos acudir a la casilla y expresar nuestra decisión. Eso y no otra cosa, es lo que da sentido a una inversión tan cuantiosa.
jueves, 2 de julio de 2009
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