Mientras los dos anteriores festejan, el PAN vive una profunda crisis interna que mina y reduce su ya de por sí reducido prestigio. El PAN tenía 206 diputados y ahora sólo cuenta con 143; perdió cuatro millones de votos. Tras la renuncia de su dirigente nacional Germán Martínez fue nominado para sucederlo César Nava, secretario particular del presidente Felipe Calderón. Lejos de hallar consenso dentro del partido, varias facciones se opusieron a esa candidatura señalando que era una imposición del presidente. Los senadores Santiago Creel, Ricardo García Cervantes y Humberto Aguilar Coronado aseguraron que la elección interna "está viciada de origen" y que no están dadas las condiciones para renovar la dirigencia. Más allá de lo que ocurra en la elección del 8 de agosto próximo, cuando se decidirá quién queda al frente del PAN, el diputado panista Javier Corral asegura que "de no reestructurarse, el blanquiazul puede perder la Presidencia en la elección de 2012." En el panorama que vivimos ahora ese escenario parece más que factible.
jueves, 23 de julio de 2009
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